Así como una noria, dando demasiadas vueltas, viendo siempre lo mismo. Construí nuestro amor como un castillo de naipes y acabo desmoronándose. Te digo adiós, sí, porque después de todo la noria se va deteriorando y poco a poco se va cayendo a pedazos, por culpa del peso de los celos, las inseguridades y las peleas. Dar tantas vueltas hace que me maree por completo, ver siempre lo mismo hace que me aburra y me altere, estar siempre en las mismas, siempre en la misma noria es frustrante. No podía estar con una persona que no era capaz de arriesgar, una persona con tanto miedo, una persona tan insegura. Siempre tropezábamos lo tropezado, siempre la misma piedra, los celos. Maldita piedra y maldito camino. Al final nos caímos, la noria se desmoronó y se acabarón todas esas vueltas.
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